Es sólo que cerró los ojos un momento, sólo que voló de su mano con el viento y que en sus labios un segundo se hizo lento, es sólo que con el tiempo fue sintiendo, aunque fuera sin su voz, aunque sea sin el viento.
Hazme huir en tus brazos, que del olvido, a morir llego, si no es con tus besos, y si no es con tus labios. Hazme morir de ti, que de tu ausencia desespero, si no es con tus ojos, y si no es con tus manos. Hazme reír en tus labios, que de no tenerte, sólo a vivir llego, si contigo morir puedo.
Su belleza de cristal en dulce melodía que de acariciar sentía sobre la mía sin desprecio ni agonía de relumbrante brillo y sobre sus manos que en sobremesa abrían entre desnudos y altivos presentes compartidos
Muy bonito, una vez más ...
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