Presente Contingente

Siempre eres tú, aunque vivir pueda, sin tu boca, siempre sobre tu piel. Nunca fui nada, sin pensarte, siempre soñándote, aunque despertar pueda. Sin recordarte, ser nada, nunca sin ti, aunque respirarte quiera, y aunque no te tenga, sin quererte, te quiero.

Del horizonte dibujo tu centro que sobre mi piel de arena resbalas, ahogando el dolor que fue entre mis dedos que aun cansados, tu sonrisa hace bailar, en una danza que arde en fuego las cenizas que un día fueron y desaparecieron con tus besos. Ahora de círculo cierro contigo y sobre tu cuerpo me abandono grabando un recuerdo de tu sueño, mientras siento con tus manos, mientras hablo con tus labios.

Ojos de lágrimas en el silencio interrumpido por tus labios, mientras desde dentro, te acaricio sin tocarte. En tus palabras que son de piedra y en los sueños, repetidos por mis miedos, mientras me despierto para volver a amarte. Ahora vago por sinsabores que son tus besos y temores. Ahora cierro mis ojos a tus manos, que son de seda mil placeres, y muevo mil latidos de colores, que de sonrisas nacen en canciones.

Del abandono en tu cuerpo al sentir de tu aliento. Naciendo del surruro en silencio el ahogo de mi piel y sobre tus manos. En una huída de un baile de luces y oyéndote cantar en mis brazos. Apagando tu voz en mis labios, y al son de la exaltación, solos, tú y yo, con nuestros besos, solos, los dos, con nuestra canción.

Entiende que te sueñe, entiende que sienta tenerte si no estás cuando despierte. Entiende que te llore, entiende que viva por respirarte si a morir llego sin quererte. Olvida que me amaste, olvida que podrías tenerme si por amarte, acabara por perderte.

Hazme huir en tus brazos, que del olvido, a morir llego, si no es con tus besos, y si no es con tus labios. Hazme morir de ti, que de tu ausencia desespero, si no es con tus ojos, y si no es con tus manos. Hazme reír en tus labios, que de no tenerte, sólo a vivir llego, si contigo morir puedo.

Elegí tus labios. De entre mil besos escogí el que me prometiste, y del pasado, tu recuerdo. Elegí tus manos que de entre mil caricias sentía y siento, contigo, y desde dentro, sin ti. Elegí la nada, que tu sonrisa llena, y mi dolor ahoga, porque aunque no estés y no viva, de entre mil besos, elegí los tuyos.

Sólo di mi nombre que yo huiré en ti, en un baile de sonrisas mientras jugamos a suspirar, desnudos, de nuestros miedos. Sólo roza mi piel que yo nadaré contigo quemando nuestro pasado con nuestras manos y acercando nuestro deseo, solos, con nuestros labios.

No me dejes de mirar cuando me encuentre en tus ojos ni de besar cuando descanse en tus labios, que yo de quererte amar respiro y de no poderte tocar suspiro. No me dejes olvidar saber que contigo puedo llorar que yo de sentirte, vivo y muero por no poderte besar.

Mi sueño despertó justo antes de tus labios, oyendo cómo respirabas, sintiendo tu deseo sobre el mío, con mi pecho en tus manos y tu cuerpo sobre el mío, justo antes de decirte, mientras me mirabas y sonreías que sólo contigo bastaría.

Que de sentir naciera si beber de tus labios conociera y de entre tus brazos me durmiera. Que de oscuridad yo suspirara para que mi deseo en tu cuerpo descansara y entre mis deseos tú volaras