Perdido
Perdido en el silencio que gritas desde tus manos hasta las letras que callan tus ojos mientras me hablas, entre dulzura, del sueño que escribí desde el infierno. Nada sin ti y poco conmigo, cansado de nadar y soñar para luego reír y volver a llorar. Dentro de mí y desde ti, para rabiar del carmín que dormido en el mío imagino, y sobre tu piel que anda sola sin saber cómo bailar. Ardiendo en sueño sin mi realidad que eligió morir si de ti no pudiera.