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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Presentes compartidos

Su belleza de cristal en dulce melodía que de acariciar sentía sobre la mía sin desprecio ni agonía de relumbrante brillo y sobre sus manos que en sobremesa abrían entre desnudos y altivos presentes compartidos

Estrellas

Y emprendimos nuestra huida a nuestro modo y sin mochila. Tal y como habíamos empezado así anduvimos y nos perdimos sin nada más que uno mismo y su rutina. Y un buen día te llamé y respondiste sorprendida que ya nada más valía y que me olvidara de mi vida. Y cuando colgué yo me dije que algún día te invitaría a borrarme mi rutina. Aquella noche no fue como en principio preveía y entre estrella y estrella yo me preguntaba si detuviera el tiempo que pasaría. Me prometí ser como uno más pero mis ojos no quisieron aceptar, y volviste a fumar mientras dos estrellas volvías a esperar, y yo ya no sabía si volverte a mirar. Y las canciones que esperabas volvieron a sonar y resonar mientras me obligabas a olvidar, y yo no podía parar de mirar.

Viento

Desde el silencio complacido en el abismo que es de miedo, sobre la memoria ligada al engaño que es creado, mezclado entre las sorpresas del sentido, dividido entre huecos que desprecian una parte de mí que se recuerda, entre alas de papel y viento.

Sentencia

Nacen de la indolencia de la escucha y del sigilo de respuesta que enmudece. Hoy que ya no miran ni asienten entre susurros que se elevan en gritos y pisadas que huyen ensordecedoras. Ahora que el viento habla entre el reposo cuando sólo al eco atrae la respuesta, aquélla que acompaña tu belleza, cuando me sentencia entre sonrisas sumido en un baile de deseos.

Beso

Ausente figura que atraviesa la quietud para nacer hilarante entre crujidos. Susurrando en la calma de la esencia afanosa y confundida de terneza. Cegando el desvelo con sus labios que de tu presencia veneran con torpeza.

Ternura

De cómo el deseo se deshace en temblor cuando un leve roce brota de sus manos con el fuego que de mi sonrisa disfrazo. De cuando el silencio muere de ternura en la soledad que pinta con sus labios al librarse del rocío en un baile acompasado. De cómo su piel se viste de palabras blancas que se agitan entre velas de colores para yacer entre miradas sostenidas.

Anhelo

Sólo escucha cómo te veo que sobre un mundo inerte de deseo naces de entre voces que relucen y llenan los vacíos de palabras. Sólo mira cómo te siento que sobre tus manos me llevaría y de rodillas me vencería. Sólo siente como te espero que de entre todos los deseos colmarías los sueños de esperanza.

Sentidos compartidos

Dulce sabor enrarecido de recuerdos desdeñados y sentidos compartidos reflejados, sumisos y obedientes. Bajo miradas atentas y cercanas que acechan la inadvertencia bañadas de voracidad y salpicadas por la envidia. Mi guía hacia el aliento bañado entre colores púrpuras y segundos de deleite confundido entre el pasado que es presente disfrazado y maquillado por lo ajeno.

Lapsos

Millares de lapsos de contrariedad disfrazados por el auge de la vigencia que amansa las brisas repentinas de majestuosos y fugaces colores. Sin juicio ni cordura yazco en mi castillo de arena ahogado por heridas que ya templan mi tormenta con su dulce firmeza y que cierran al olvido los sollozos. Con una sentencia de codicia entre la insignificancia y la miseria que de mi yo dejo construir y destruir mezclando deseos imposibles con escenarios de mediocridad. Encontrando una sonrisa que descansa en mis heridas para hacerlas bellas y presumidas entre la burla del gentío y la banalidad de su recelo.

Ensueño

Desaprendo los pasos que huyen del rocío, hacia mi empeño en desnudarte de palabras y desoírme de mil reflejos de recelos. Para inventarte entre lágrimas blancas confundidas entre la piel que descansa en mis brazos. Para sonreírme cuando respiro en tus labios entre latidos interrumpidos por tus ojos, y perderme en el olvido del instante. Hacia una nostalgia de palabras compartidas, hacia el ensueño de tenerte, de buscarte y encontrarte, para amarte y no olvidarte.