Cuando todo se apaga


Mi oscuridad eres tú,
cuando todo se apaga,
dejando suspiros de piel erizada,
y recuerdos de temblores,
que arden en mi pecho;
y encogido grito de dolor,
en cada postura
y cada gota de sudor,
en cada escalofrío
y a cada paso que doy.
La arena de mis ojos,
esa eres tú,
que me resbalas de lágrimas
mientras sonríes y me extraño,
en tu felicidad que es mi tristeza,
en mi presente que ya no quieres,
en mi pasado que ya no es nada.
Y me cierras en mí,
mientras vuelas lejos,
mientras eres feliz,
mientras muero de secretos
de palabras por siempre escondidas,
de dolores inevitables e inesperados,
que retumban poderosos a cada lágrima.
Palabras que duelen sin ser oídas
mientras nadie me ve.
Y mientras, te llevo conmigo,
todos los días desde el último,
detrás de cada negación,
te veo, te duermo, te sueño,
te deseo, me duelo y te quiero.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Hazme morir de ti

Presentes compartidos