Brisa

De la brisa a la piel es acariciado,
tantas veces del disfraz aislado,
y con una sonrisa
que cada día en sus labios había pintado.
Como el canto del mar
que sobre las rocas había salpicado,
al más profundo de sus deseos grabado,
aquellos que en cada minuto supieron nacer,
y que a cada paso acaban por perecer.

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