Fuego

Dame un segundo de cielo
que yo dormiré en tus manos
escuchando los latidos de voces
que con tu mirada de voz ahogas,
sin miedo a llorar desde dentro
los colores que se funden
sobre el calor de tus labios.
Dame un aliento de tus brazos,
que en mi piel siento sobre noche
inundando de bello silencio el dolor
y amanecer de belleza el despertar.
Quédate al lado de mi voz
y duerme mis lágrimas con tu olor
entre sueños que nacen sonrisas
y el fuego que apaga el dolor.

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