Promesa de ventura

Como si de una sonrisa ensayada
nacieran lágrimas que sequen litros escarlatas
abandonados en su propio odio y lamento.
Cercados por una sombra que se desvanece
entre el griterío remoto de mi propio horizonte.
Ennegrecido en un instante de suplicio
dilatado por la impotencia y el sinsabor de la crueldad.
Entre el alba que llama y decolora mi llanto y mi promesa de ventura.
Me salpico yo mismo con mi suerte y mi discernimiento,
por encima de la integridad y lo mundano,
puño en mano y corazón olvidado,
ante lo desaprendido y por conocer.

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